domingo, 1 de mayo de 2011

He tardado 25 años en entender a Sito Pons.

A finales de los ochenta, los que seguíamos a los pilotos españoles en el Campeonato Mundial de Velocidad, nos “decantábamos” entre dos pilotos: Sito Pons y Joan Garriga, por sus posibilidades de ganar el primer Campeonato del Mundo de 250 cc. Yo, por mi juventud (y con tal de llevar la contraria) apostaba por Carlos Cardús (pero esa, es otra historia que ya contaré más adelante...), pero, a falta de éste, derivaba mi apoyo hacia Garriga.

Mucho se ha hablado de la rivalidad entre estos pilotos y no voy a poner aquí la biografía y los logros conseguidos por cada uno, pero, lo que no he oído ni leído en los medios de comunicación es que, en mi opinión y la de mis amigos motards de aquella época, la diferencia entre “Sitistas y Garriguistas” radicaba en un cuestión social-económica-cultural.
Sito Pons por su conducta y su forma de expresarse con los medios, daba la imagen de Piloto-Pijo-Rico y en cambio, la espontaneidad y la “sangre caliente” de Garriga agrupaba a un público de la clase media-progre del país, o dicho de otro modo, Sito era para los aficionados “acomodados” y Garriga para la “gent del poble”.
Curiosamente, el principal sponsor del “Piloto-Rico” era el “petróleo” y el del “Piloto-Progre” (no confundir con “pobre”) era el “Tabaco Negro”
Así como a Pons se le “acusaba” de “calculadora humana” y de ganar las carreras en las rectas, que creo que es uno de los peores insultos que le puedes decir a un piloto; a Garriga se le valoraba por ganar carreras por valentía y pundonor. No voy a entrar a valorar si la Honda de Pons era mejor o peor que la Yamaha de Joan.
Pero, a pesar de que nunca me gustó, ni como piloto ni como comunicador, hace poco encontré un libro autobiográfico de su carrera deportiva y sus problemas e inquietudes vividas desde 1980 hasta 1991, año en que nació su hijo, Axel Pons.

Recomendable:
Aunque , Pons , no fuera tu preferido te RECOMIENDO que intentes conseguir y leer este libro:

SITO PONS ¿yo soy así?

Escrito por el periodista Rafael Cerro, editado por Grupo Libro 88 S.A.
Sobre todo, si eres el padre de un joven piloto que se inicia en el Motociclismo de Competición (Minimotos o Promovelocitat) y te darás cuenta que “no lo tuvo tan fácil” (como yo creía), que ganó más carreras, “fuera” que dentro de los circuitos, y la importancia que tiene el poder de convicción para que los grandes patrocinadores (que son lo que te pagarán la mejor moto) confíen en él. Aprenderás que la primera carrera la tienes que ganar antes de empezar el campeonato y que por muy buen piloto que tu creas que es (tu hijo) lo importante no es ser “el mejor” es que, los que apuesten por él, crean que lo es, no sólo “buen piloto” sino además un excelente soporte publicitario que les ayudará en la promoción de su empresa y por consiguiente, en el incremento de sus beneficios.
Sin querer menospreciar sus dos títulos mundiales, su mejor “logro” fue conseguir los mejores patrocinadores (fíjate en la foto del 91: Campsa, Coca-Cola...) y, tanto antes como ahora para su hijo Axel, ha contactado con empresas que nunca antes se habían planteado anunciarse en este “circo”, como Hewlett Packard (HP) o Cacaolat (Nueva Rumasa).
En marketing fue y es el mejor y un modelo a seguir para los “aprendices” de Manager. La técnica del Sr. Alfonso Pons no es ir a buscar sponsor al Bar-Rte. “La Anchoa Feliz”, el va, directamente a Microsoft y le dice a la recepcionista:

“Por favor, dígale a Bill que ya estoy aquí”.

¡El mejor motor... es el patrocinador!
Sito... me debes un autógrafo.

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