miércoles, 25 de mayo de 2011

El Padre, el Hijo y... "El Espíritu Santo"



Ya conseguí, en el Parcmotor, el autógrafo del Padre (Wayne), y el pasado fin de semana en Alcarrás, el del Hijo (Remy) ahora sólo me queda el “Espíritu Santo”.


Y no me refiero a la ave en forma de Paloma Blanca que aparece “fecunda” y desaparece sin dejar rastro (viéndolo así, hay mucho “Espíritu Santo” suelto...) sino al Campeón de Mundo Emilio Alzamora que desde la primera carrera del Campeonato Mediterráneo, lo he visto más veces (en la tele y en directo) que a todos los componentes de mi familia en todo el año 2010.

Lo ví el sábado en el paddock de la Promovelocitat, que fue a saludar a los de la carpa teníamos al lado, de inmediato se le acercaron “espontáneos” para tirarse una foto con él y cuando entré en mi furgo para coger la foto que me había impreso para la ocasión, cuando salí ya no estaba. Y el domingo en el CMV no lo vi por ningún lado.

No me preocupa. Ya coincidiremos en alguna carrera. Quizá por ser el Campeón de Mundo que tenemos “más asequible y cercano”, lo del autógrafo lo voy dejando para cuando no lo vea ocupado (será difícil si espero verlo mirando las musarañas.. porque este hombre no para quieto...)

Para conseguir el de Remy, ya lo avisé, con antelación, por facebook de que tenía preparado para él una copia del DVD de la primera carrera (y me curré una carátula chula) y que se lo entregaría en Alcarrás. A mi no me gusta ir a los sitios con las manos “vacías” y tampoco era plan de entrar en el profesional box de la Monlau, con un jamón de bellota colgado del hombro (quizá son vegetarianos...) y tendría que llevar la cámara y el jamón toda la mañana por el circuito.
Pensándolo en frío, a mi no me salen “gratis” ni los autógrafos...

Cuando vi. que padre e hijo tenían un descanso y estaban solos, me acerque a ellos con la foto de Remy, creo recordar que no me salió ni mi nombre en español (bloqueo mental o demencia senil), y les entregué el DVD y la foto. Por un momento, dudaron, y Wayne no sabía si tenía que firmar él o su hijo. La verdad es que mantuvimos la misma “fluida” conversación que tuvimos en Castellolí, pero esta vez, a tres bandas. Ni una palabra. Más bien parecíamos a Tricicle en su famoso número de la canción de Julio Iglesias “Soy un Truhán, soy un señor...” con tanto gesticular.
Y, como suele pasar en estos casos, me olvide el bolígrafo y el que ellos encontraron no tenía tinta (y si hubiera habido tormenta seguro que me cae un rayo).
Todo el “proceso” no duró ni 30 segundos y creo que si no fuera por el chaleco de prensa hubieran pensado que era un mensajero con prisa para entregar el siguiente paquete.
Tan rápido fui, que ni miré lo que había escrito Remy, y cuando ahora he ido a scanearlo me he dado cuenta que ni con las gafas “de leer” lo veo.
Pero, como a tozudo no me gana nadie (sangre Maña, por parte de abuelos) la próxima carrera me llevaré el rotulador “de compacs” y otra foto para que, esta vez, se vea más claro (y yo lo pueda ver sin gafas...).
Quizá para que me reconocieran y se acordarán de mi, debería ir vestido de torero, con su capa y montera ... y con una pancarta que ponga:

¡Welcome to Spain, Mister Gardner!

Al más puro estilo Berlanga, en Bienvenido Mister Marshall…
Desde que hace 8 años me trasladé de la Ciutat Condal a un pueblo costero, me estoy volviendo más “de pueblo” que el potaje con chorizo.

Jordi... quien te ha visto y quien te ve...

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