Después de escribir a Carlos Cardús, cuando estuvo ingresado en la Clínica Dexeus y recibir respuesta con “sorpresa” (carta y foto dedicada) descubrí el “chollo” para conseguir autógrafos de pilotos “famosos”.
Harto de intentar “cazarlos” en Calafat (único circuito en el 87), donde iban una vez al año, a participar en el Superprestigio Sólo Moto, donde era imposible entrar en el paddock (y eso que lo intente, con el carnet de Moto Grup Ruta, con el de la Biblioteca...), pensé que si en lugar de mandarles una carta a la Clínica, me presentaba directamente “como visitante amigo del paciente” sería más fácil conseguir su firma.
Además, como después de la operación quirúrgica, tarde o temprano los llevan a la habitación, y pasan horas aburridos recostados en la cama, leyendo y mirando la tele, recuperándose de sus fracturas, no se daría el caso de que salieran corriendo y se ha de ser muy estúpido para que un fan incondicional que viene a verte no les dediques un minuto para firmarle un autógrafo.
Así fue como conseguí el de Joan Garriga (también en la Clínica Dexeus), que recuerdo me recibió muy amablemente y charlamos 2 minutos.
No todos me recibieron igual, tengo el caso de un piloto catalán mundialista de las cilindradas pequeñas (no diré su apellido porque no merece publicidad gratuita), que no me quiso recibir “porque había 3 personas en la habitación”, con las que charlaba y se reía (yo lo vi desde la puerta) y me dijo que viniera otra día que me dejaría una foto firmada, pero deduzco que se le “olvidó” de dejarla, porque fui dos veces más, hasta que le dieron el alta médica, y no dejo nada.
Ahora ya nadie se acuerda de él, y las jóvenes generaciones no les suena ni el nombre porque, aunque destacaba, nunca consiguió ningún titulo mundial ni subcampeonato, y viendo como trataba a sus incondicionales... no me extraña.
¿no es así, LuisMi?
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