lunes, 18 de julio de 2022

Hay dos clases de moteros, los que se han caído y los que se van a caer. Desde hoy, ya estoy en los dos grupos...

Hoy, 18 de Julio, con el asfalto “calentito” a las 12h del mediodia, he pasado a formar parte de “los caídos y afortunadamente vivos y enteros para poderlo contar a los nietos”.

Ante todo tengo que reconocer que “la culpa es mía, toda mía y nada más que mia”, porque me la he pegado sólo, sin ayuda de nadie.

Volvía a casa “contento” con la Venox 250cc pero con el “Mapping de MotoGP”. No puedo evitar (incluso “pilotando” una custom) llevar puesto el Chip de Carreras y cuando estaba trazando una rotonda (creo recordar “sacando la rodilla”) y con el "equipamiento de verano", o sea, chancletas, pantalón corto y camiseta NBA, y dando GASSS, se me ha ido la rueda de delante y me he dejado un lateral (del cuerpo y moto) en el asfalto.

No me he roto nada pero todo lo que ha tocado el suelo (empezando desde abajo, tobillo, rodilla, cadera, codo, hombro, etc) se ha quedado “pulido” (por decirlo de alguna forma “fina”).

La moto, que estaba impecablemente limpia (¡Cómo no!) también se ha quedado un lateral “guapo” (retrovisor, intermitente, tubo escape, estribera, puño, etc).

Me puedo dar por contento.

Quizá ya no tengo edad (57) de hacer el imbécil pero, curiosamente, tenía pánico a caerme en carrera y ahora que he probado el asfalto, ya no me da tanto miedo.

De lo primero que pensé (mientras caía sin remedio) fue: “Me pasa por imbecil pero... esto tengo que repetirlo con la ropa (adecuada) puesta...”




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario