sábado, 29 de mayo de 2010

Un día en las carreras. Alcarrás. 29/5/2010

Una visión muy personal de las carreras. 

Como muchos sabéis, viajo a los circuitos con mi esposa y tres perros. Hasta aquí, todo normal. Son muchos los que llevan a su familia y a su mascota (que es parte de la familia) al circuito.
El problema es que, en mi caso que somos familia numerosa perruna, es más difícil de controlar a la manada. Tenemos dos machos “dominantes” ya mayores (11 años) y una perra joven (3 años). Los dos “viejos” que pasan juntos las 24 horas del día de los últimos 10 años y 364 días, se pelearon al día siguiente de conocerse, y desde entonces...


no han hecho las paces. Parece que se “interpusieron una orden de alejamiento” porque no pueden estar a menos de medio metro el uno del otro, en espacios “cerrados”, por lo tanto, me veo obligado a llevar “vallas de separación” dentro de la furgoneta para que no puedan morderse, porque si están a menos de dicha distancia, el “enfrentamiento”, como dos leones salvajes, es inminente e irremediable. Después de más de 10 años con dicho “problema ”, como comprenderéis lo he probado todo, hasta el punto de dejarlos pelearse y sentarme a ver la pelea y saber quien sobrevive, y mentalizarme de “que gané el mejor” y me quedo con el que sobreviva y, como dice el refrán, “muerto el perro, muerta la rabia”. 


Pero, para colmo, se muerden (orejas, boca, patas, cola, etc) pero siempre quedan los dos con vida, con lo cual, debido al cariño que les tengo por igual a los dos, tengo que llevarlos al veterinario a que los “reconstruyan” y me gasto “una pasta gansa” entre veterinarios y fármacos.
Por lo tanto, cada vez que inician una pelea me lanzo como un poseso para separarlos, llevándome mordiscos para parte de los dos.
Por este motivo, y aunque me gustaría lo contrario, siempre estoy en el lugar más lejos del paddock, pero si los ves no te preocupes, porque “tengo la exclusiva de sus bocados” y dicho de otro modo, sólo me muerden a mi.
¿a que parecen buenos, en la foto? Lobos con piel de cordero...
Me imagino que, después de leer todo el texto, te estarás preguntando:
¿y “esto” que tiene que ver con el motociclismo? Pues, no le des más vueltas... ¡Nada!
Pero este es mi pequeño “rincón” donde me tomo la libertad de escribir sin “formalidad” y que le llamaré: “Un día en las carreras” como la película de los hermanos Marx.

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