Aquí tenéis a mi profesor de pilotaje,
Kimi N. Todavía tengo que bajar 20 segundos por vuelta para seguir su rueda... 5 años Vs. 50 años... "casi ná"... El día "que pueda
seguirlo" ya me daré por más que satisfecho...
Kimi, como cualquier niño de 5 añitos,
tienes la costumbre de hacer dos preguntas:
¿qué estás haciendo? ¿y por qué?.
Si no le respondes (porque lo que estás
haciendo no sabes como explicárselo), Kimi insiste:
¿qué estás haciendo? ¿y por qué? ¿y por qué?
¿y por qué? ¿y por qué?...
Y para las personas como yo, que no he
tenido hijos, no he tenido hermanos menores y en mi mundo laboral y personal no
he tenido que tratar directamente con niños, se nos hace “una montaña” tener
que explicarle “qué estoy haciendo” y más todavía, el “porque”.
De todas formas, ahora que lo analizo fríamente,
las preguntas de Kimi cobran su lógica ahora que estoy aprendiendo a pilotar.
Cuando pregunta: ¿qué estás haciendo? En realidad quiere decir:
“¿qué estás haciendo, a tu edad, con casi
50 tacos, encima de una moto que te queda pequeña, y que por mucho que te
esfuerzas no consigues seguir mi rueda?
Y la segunda pregunta, en realidad quiere
decir:
¿y por qué pierdes el tiempo de esta forma
cuando sería más propia de tu edad jugar al “arriesgado deporte” de la Petanca?
Viéndolo desde este punto de vista, Kimi no
sólo es un buen piloto... también ¡Es un sabio!
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